Las niñas eras hemosas.
Aunque no lo fueran.
Nosotras nos mordíamos la boca para provocar
la llaga.
nos abríamos las rodillas y después
arrancábamos la costra, mostrábamos
el hueso a las niñas.
Las obligábamos a mirar.
Nunca quisimos la cura.
Carmen Juan, Amar la herida, La Bella Varsovia
Flashdance by Sadrine Pelletier