Me calmas las arañas.
Mi caja torácica tan vacía y hueca,
con la sangre aterida de desaliento.
Tan poco me queda
que solo puedo sentir con las entrañas.
Con estupor vislumbro
que soy un armario de huesos,
carcomida y seca.
Poema publicado en Impracabeza, Issue nº 10, marzo, 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario